[re]vitalización de Dérula como espacio educativo e intergeneracional y vínculo entre La Casa del Bosque y el encinar de Acedo es un proyecto compartido por la Asociación Estemblo y el Concejo de Acedo y ha sido subvencionado por el Gobierno de Navarra.

Como ya os hemos contado, este año vamos a abordar un nuevo proyecto: la recuperación del paraje de Dérula, gracias al apoyo del Concejo de Acedo que ha solicitado una ayuda a la Dirección General de Ordenación del Territorio para actuaciones de Urbanismo Innovador, para cofinanciar la participación y ordenación del paraje contando con la gente del pueblo.

Y para ello hemos estado trabajando con dos grandes profesionales: el paisajista Joaquin García Purroy y la artista María José Recalde. Precisamente del relato de María José sobre su experiencia en Dérula hemos extraído estas notas, que nos recuerdan lo que hemos estado haciendo estas últimas semanas de trabajo juntos.

Os dejamos con ella….

Me buscan desde Acedo a través de la galería Lumbreras, de Bilbao, para proponerme que les asesore en el cuidado de un bosque. Un Landarte particular, colaborativo en el que yo les pueda ayudar a hacer el proyecto de forma bella, porque soy artista.

Se me ha invitado a participar en un proyecto ya avanzado de reconocimiento y respeto de una zona cercana a Acedo que tradicionalmente se frecuentaba y usaba por los vecinos y vecinas del pueblo y que ha perdido su encanto natural, a pesar de tener una ubicación privilegiada como mirador hacia el valle y antesala del bosque.

Como en la asociación todas las iniciativas y actividades se hacen en común, sabemos que la intervención artística tendrá que ser ideada, contrastada y aceptada por las personas que quieran participar en el proyecto, así que en el momento inicial no se podía describir en qué quedará o cómo sería la obra, sino solo dar unas primeras ideas que se ampliarán y modificarán tras las sesiones o talleres con la gente.

Nadie conoce exactamente la etimología del nombre, por más que Asun se afana en preguntar e investigar. Pero en el libro, en las explicaciones que nos han dado y en las conversaciones sobre el nuevo proyecto, se habla de corresponsabilidad, colaboración, medio ambiente, educación, aprendizaje, cajas de sueños, cabañas en los árboles, plan de custodia.

Es deseo del Concejo recuperar ese lugar que las personas mayores del pueblo añoran (porque antaño fue espacio de reunión y de juegos) y que durante un tiempo sirvió de campa de pasto para el ganado y bebedero. Y es importante poner en valor sus cualidades como espacio intermedio entre el pueblo y el bosque, mirador de un hermoso paisaje y ladera sur en la que descansar después de los paseos por el monte, por lo que habría que arreglarlo, revegetarlo, colocar bancos y quizá algunos juegos, para que pudiera ser un espacio de uso y disfrute intergeneracional, principalmente para el pueblo.

Preparamos unas encuestas para preguntar al mayor número de gente del pueblo qué recordaba del uso que hacían de Estemblo en años pasados, cómo veían Dérula en este momento y qué les gustaría que se hiciese en Dérula. Se aprovechó la fiesta anual que se celebra en el pueblo para tener a gran número de gente reunida. Se recogieron treinta encuestas y, sobre todo, Dérula ha sido durante un tiempo el centro de las conversaciones, por lo que incluso quienes no tuvieron ganas de escribir pudieron expresar sus opiniones.

Mi propuesta fue transformar los bebederos en algo útil: bancos, jardineras, soportes para construir una casa de árbol, un juego infantil. Tratando de responder a algunos de los deseos más concretos que se habían escrito en las encuestas y pensando en elementos que después pudieran ser construidos “en vereda”, (palabra que utilizan en la zona para trabajos en comunidad) contando con las personas del pueblo que quisieran participar.

A principios de octubre ya sabíamos que se han concedido la ayuda tan esperada que la Asociación Estemblo consigue para para realizar la inversión. Lo que significa que, si queremos llegar a tiempo a ejecutar, tenemos que descender del mundo de las ideas y tener algo concreto con lo que poder trabajar. Y algo concreto es una ordenación clara de la parcela y unos elementos definidos y diseñados, con materiales recuperados, del lugar o del entorno con los que poder trabajar de manera rápida y sencilla, porque todo debe hacerse en Comunidad.


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